Lo mejor de esta ruta
- El Pedraforca es una de las montañas más emblemáticas, si no la que más de todo el territorio catalán, y una de las más bellas.
- Este itinerario es uno de los clásicos y más bellos de Cataluña por las peculiaridades del relieve.
- Trepada, en algunos tramos bastante aérea pero fácil, hasta ganar la Cumbre Norte.
- Cresteo, con trepadas y destrepes, hasta llegar al punto culminante, el Pollegó Superior.
Introducción:
El Pedraforca, con su peculiar relieve, se ha erigido con una de las montañas más bellas y representativas del territorio catalán. Su perfil, desde la vertiente Este, es el más conocido. La ruta por el denominado Coll del Verdet, es el itinerario más bonito y técnico, en su último tramo, para ganar la cima del Pedra.
Geología:
Las rocas predominantes son las calizas, de varios períodos geológicos, que nos regalan una buena cantidad de barrancos, grutas, cuevas y simas, esparcidos por todo el territorio del Parque.
La columna vertebral del Parque es la cresta orientada de oeste a este que sigue las sierras del Cadí, el Moixeró, la Tosa y Puigllançada, entre el cuello de Bancos, al oeste, y la sierra de la Creueta, al est.
El cuello del Pendís, situado en medio de la cresta, separa las estructuras eoceno del Cadí de las paleozoicas (principalmente devónicas) del conjunto Moixeró-Tosa-Puigllançada. Todo el conjunto, sin embargo, forma parte del manto de corrimiento del Cadí, que es la principal estructura del Prepirineo oriental.
El otro gran relieve estructural del Parque es el macizo del Pedraforca, situado al sur de la sierra del Cadí y literalmente encaramado sobre ella mediante otro manto de corrimiento.
El manto del Pedraforca, constituido básicamente por calizas cretácicas (secundario), se encuentra encima de las rocas del eoceno (terciario) del manto del Cadí. Es por eso que decimos que el del Pedraforca (que también incluye el Cadinell y los Cloterons) es un manto superior, y el del Cadí, un manto inferior.
Las fuerzas compresivas que provocaron el levantamiento del Pirineo también provocaron este hacinamiento de rocas que son los mantos de corrimiento. Primero, se desplazó el del Pedraforca hacia el sur, y, posteriormente, el del Cadí con el Pedraforca encima. Así que han sido las rocas del manto del Pedraforca las que se han desplazado más hacia el sur, en una distancia que se calcula entre los 25 y los 50 km.
Fauna:
En el Parque y periferia se pueden encontrar unas 60 especies de mamíferos, pero la mayor parte son de observación difícil por ser nocturnos o de hábitos muy discretos.
Esta dificultad es especialmente alta en el caso del lobo (Canis lupus), que ha comenzó la re-colonización de esta zona desde el año 2000, un siglo después de haberse extinguido.
Entre los mamíferos de observación fácil destacan los ungulados y especialmente el rebeco (Rupicapra pyrenaica), en general bastante confiado y que se puede ver bien a los prados de alta montaña de todo el Parque. El ciervo (Cervus elaphus) se observa con más dificultad para que se mueve sobre todo dentro de los bosques, pero actualmente es abundante en el sector entre Bagà y Castellar de n’Hug.
El corzo (Capreolus capreolus) se encuentra en muchos bosques del Parque, donde se ve con relativa facilidad y aún se detecta más por su voz, que recuerda un ladrido de perro.
Hay que decir que tanto el ciervo como el corzo se extinguieron los siglos XVIII y XIX, y que se re-introdujeron hace pocas décadas.
El jabalí (Sus scrofa) es común y presente en todo el Parque, pero difícil de ver, y se detecta sobre todo por los excrementos y por su costumbre de labrar o escarbar el suelo para comerse raíces e invertebrados.
También se puede ver con facilidad la marmota (Marmota marmota), que fue introducida en los Pirineos desde los Alpes y ha colonizado el Parque a partir de los años 1990. Actualmente es muy abundante y fácil de observar en el entorno de Coll de Pal y del cuello de la Creueta.
La ardilla (Sciurus vulgaris), emparentado con la marmota, también se ve a menudo en los bosques, aunque es más habitual encontrar las piñas que ha mordisqueado.
Otros mamíferos de tamaño medio son básicamente nocturnos, y de día sólo suelen detectarse por sus huellas y excrementos, como ocurre con la liebre (Lepus europaeus) o pequeños carnívoros comunes como la garduña (Martes foina), el tejón (Meles meles ) o la gineta (Genetta genetta).
Nuestra Ruta:
- Dificultad: Alta
- Distancia: 9,1 km
- Desnivel: 940 m
- Tiempo estimado: 5 horas
Recorrido:
Perfil:
- Transporte Barcelona - Saldes (preguntar)
- Actividades acordas en el programa
- Guía de Amaroq Explorers
- Seguros de accidentes y RC
- Impuestos
- Servicios no mencionados en la lista de incluído
- Ropa y equipo personal
- Gastos personales como refrescos, etc.
- 08:00
Punto de encuentro, a concretar con el grupo en Barcelona. Haremos una revisión rápida del equipo para no dejarnos nada y nos desplazaremos hasta Saldes (Mirador del Gressolet). Transporte privado (Furgoneta). (2 h.)
- 10:30
Inicio de la actividad.
Dejamos el vehículo en el aparcamiento del Mirador del Gresolet. Deshacemos a pie 50 metros de la carretera de Saldes, por donde hemos llegado, y veremos unas escaleras en un camino indicado con flechas del PR-123, primero, y marcas naranjas de la Cavalls de Vent después, que nos llevarán hasta el refugio Estasen, a la Jaça dels Prats (1.668 m).
En el exterior del refugio, una señal indica la dirección que toma el camino que nos lleva hasta el Pedra. Es un camino señalizado como PR-123, que sale en dirección oeste, que va subiendo suavemente, en general, hasta llegar a una amplia canal llamada canal de Riambau. Después de cruzar otra canal, iniciamos una fuerte subida hasta la gruta de la Rua Gran.
Este tramo de recorrido, se interrumpe hasta cuatro veces, atravesado por canales. Transcurre por un bosque de pino negro. Se trata de un flanqueo a los pies de la pared Norte. Después seguimos por un bancal rocoso hasta llegar a un torrente donde hay una fuente. Subimos hasta un collado, seguimos una cresta boscosa y superamos una derecha canal que nos lleva al collado de Verdet(2.224 m).
En este punto abandonamos el PR-123, que toma dirección NW. Llegar hasta aquí, significa haber superado la parte más dura físicamente de la ascensión. Pero también que estamos a punto de enfrentarnos con la parte más técnica del itinerario. Éste es el punto para valorar las condiciones meteorológicas, porque ésta, es una montaña peligrosa en casos de tormenta o fuertes vientos. El terreno, a partir de ahora es totalmente expuesto, sin árboles y abrupto, donde hay que ayudarse de las manos para progresar, en más de una ocasión. Desde la misma base de la pared, empezamos a trepar, siguiendo unas marcas de color amarillo. En algunos puntos la trepada es muy aérea, y puede impresionar a quien no haya escalado nunca. El ascenso es continuo hasta ganar la Cumbre Norte, pero para llegar al Pollegó Superior aún debemos crestear unos 20 min más, con continuas trepadas y destrepes.
Una vez alcanzado el punto más alto, tomamos dirección Sur, hacia la Enforcadura. Este es el collado que separa el Pollegó Superior y el Calderer, del Pollegó Inferior, en la tartera central. Siguiendo la tartera por su lado derecho, transcurre un camino recuperado, que hace más fácil y cómodo, en general, la bajada hacia el refugio. Hay que estar atento de no pasarse de largo para girar a la izquierda, en dirección Norte, a fin de poder flanquear la montaña hasta el refugio. Es un camino que transcurre cómodamente por el interior del bosque. Desde el refugio volvemos a recuperar el camino que nos lleva hasta el Mirador.
Fin del Programa
